Lunes de Futbol 28-09-06

El Manchester United y el Arsenal son la cara y la cruz en el inicio de la Premiership. Mientras los ‘red devils’ cuentan sus partidos por victorias, los ‘gunners’ –con un partido menos– todavía no han estrenado el casillero de encuentros ganados. Ayer, los de Alex Ferguson derrotaron al Watford a domicilio (1-2) y los de Arsène Wenger cayeron en el campo del Manchester City (1-0).

El United, con goles de Silvestre y Giggs, doblegó al Watford, que vio cómo Francis igualaba momentáneamente el tanto del francés, pero tuvo que ceder ante la mayor calidad de los de Old Trafford. La nota negativa para Ferguson fue la lesión de Rio Ferdinand, que podría haberse fracturado un dedo del pie.

UN GOL DE GUDJOHNSEN A FALTA DE TRES MINUTOS ACABÓ CON EL CELTA

El campeón comienza con un triunfo agónico la defensa del título

Sudó la 'gota gorda', pero el Barcelona ha comenzado la Liga con una victoria y con un golpe de autoridad, ya que en Balaídos no sólo derrotó al Celta, sino que exhibió varias buenas noticias para sus aficionados y muy malas para sus rivales. Y es que, sin el lesionado Ronaldinho, mostró una gran capacidad de reacción para levantar un partido que se le puso en contra antes del descanso, su habitual facilidad para crear buen juego y ocasiones de gol cuando peor tenía las cosas y un oportunismo final para sentenciar un partido que el Celta le había vuelto a empatar. Y para ello recurrió a uno de sus nuevos fichajes, el islandés Gudjohnsen, que a falta de tres minutos sentenció el choque con una volea dentro del ára y que parece asumir el rol de 'nuevo Larsson'.

Frank Rijkaard renovó un poco su once tras la debacle de Mónaco ante el Sevilla, aunque la revolución no fue tanta como se esperaba, pues al margen de los laterales, donde Gio y Zambrotta entraron en lugar de Belletti y Sylvinho, que ni habían viajado a Vigo, y del obligado cambio del lesionado Ronaldinho, por quien entró Giuly, sólo apareció Iniesta en la medular en lugar de Xavi. El resto, los mismos. Y lo cierto es que el primer tiempo recordó más al partido de la Supercopa de Europa que a otra cosa, pues el Barça actuó muy lento y sin exhibir su habitual nivel de juego.

Un disparo de Deco desde la frontal del área, al que Pinto respondió como lo que es, es decir, el portero menos goleado de la pasada temporada, fue el pobre bagaje ofensivo del campeón de Liga antes del descanso. Tampoco es que el Celta hiciese mucho más, pues salió bastante replegado, pero lo cierto es que lo intentó por las bandas. Sin embargo, antes del descanso aprovechó una gran acción de Nené, que se revolvió dentro del área delante de Puyol con una gran habilidad, y su disparo, rechazado por Víctor Valdés, acabó en los pies de Baiano que agradeció el regalo y puso a su equipo en ventaja.

Apareció un Barça bien distinto

Tal vez era mucho premio para los celestes. Al menos así lo debieron entender Rijkaard y sus jugadores, pues salieron de los vestuarios de un modo completamente distinto. Con mayor velocidad, con mucha más presencia tanto en la medular como en ataque, presionando al rival desde arriba y, sobre todo, haciendo lo que mejor saben hacer... jugar el balón, combinarlo con inteligente, abrir huecos en sus rivales y aprovecharlos.

Así, Etoo y Messi ya le habían dado la vuelta al marcador al cumplirse el primer cuarto de hora de la segunda parte. El camerunés tras una gran pared con Messi, aunque lo cierto es que en dicha acción Giuly estaba en fuera de juego e hizo intención de jugar el balón, por lo que Pérez Lasa debió anular dicho tanto; y el argentino culminando con un reverso colosal y un acertado tiro cruzado una gran jugada vertical de Iniesta.

Reaccionaron los celestes con un gol de Gustavo López, que le ganó la espalda a Gio y remató desde el suelo, aprovechando el choque entre Baiano y Puyol en el centro del área, una falta sacada desde el lateral por Ángel. Era el empate y el segundo gol que recibía el Barcelona, que en apenas dos partidos recogía por quinta vez el balón de su portería, algo extraño en el conjunto menos goleado la pasada temporada.

A partir de ahí, carrusel de cambios en ambos conjuntos, expulsión de Iriney por doble amarilla a falta de tres minutos para el final y, a renglón seguido, sentencia azulgrana en otra jugada un tanto polémica. Y es que Gudjohnsen recibió dentro del área un pase perfecto de Deco y cuando se disponía a rematar, golpeó en la pierna de Ángel, que iba a despejar. El lateral celeste cayó al suelo, el balón subió hacia arriba y volvió a caer y el delantero islandés aprovechó ambas acciones para empalmar el esférico y dejar a Pinto con el molde.

Era el justo premio para un equipo que demostró en Vigo que no ha perdido su capacidad para genera fútbol ofensivo a 'espuertas', que sabe reaccionar cuando las cosas se ponen feas y que encima ha sabido reforzarse con jugadores que muy pronto empiezan a ser muy rentables. Las únicas dudas, en la parte de atrás. Cinco goles recibidos en dos partidos, tras mantenerse imbatido en la Supercopa de España, no son lo esperado por la defensa menos goleada de la pasada campaña.